¿Qué es la adicción?

Es un desorden adictivo (también conocido como ludopatía o juego patológico) que se caracteriza por la actitud descontrolada en relación con los juegos de azar. Básicamente se trata de un deseo irrefrenable de jugar a pesar de que la persona sea consciente de las posibles consecuencias negativas que este deseo puede acarrear.

Se asemeja en múltiples aspectos a las adicciones químicas o drogadicciones. Mientras un drogadicto busca y desea en todo momento el consumo de una sustancia para su bienestar y gratificación, un ludópata hace lo mismo con el juego.

Síntomas del juego patológico

Cada persona es diferente pero hay algunos síntomas que suelen ser comunes a todos los afectados: uso del juego como mecanismo de evasión, ansiedad, insomnio, irritabilidad y pensamientos cada vez más frecuentes sobre el juego. También la negación del problema puede considerarse un síntoma claro.

Posibles causas de la ludopatía

Posibles causas de la ludopatía

Ni siquiera los expertos se ponen de acuerdo pero parece que, más que una sola causa, puede que se trate de una mezcla de distintas causas como la predisposición genética, el entorno familiar y social, problemas psicológicos… y el diseño de los juegos que nos crean la esperanza de ganar.

El camino a la ludopatía

En principio el ludópata no reconoce el problema, y cuando su entorno le plantea este tema, se justifica diciendo que no es para tanto. Además, en esta etapa el ludópata suele excusarse diciendo que cuando quiera deja de jugar aunque lamentablemente esto no es así.

De este modo, el tiempo transcurre y los problemas económicos se hacen cada vez más grandes, aquí es cuando veremos las consecuencias del juego en nuestro amigo o familiar, cuando empieza a tener problemas, a cambiar su estado de ánimo, a estar más irritado, a cambiar de amigos etc.

“Familia del ludópata”

Este término se utiliza teniendo en cuenta la gran influencia que puede tener un ludópata en la familia (o amigos o entorno cercano), y las consecuencias importantes que produce en el resto de los miembros de la misma.

Al relacionarnos un largo periodo con el adicto, puede que no sepamos cómo reaccionar ante los continuos cambios de carácter o indiferencia ante las obligaciones familiares o de otro tipo. Incluso podemos llegar a dudar de nosotros mismos, sobre todo cuando durante años se nos ha intentado hacer ver que solo son “imaginaciones nuestras” o “estamos locos”.

En el entorno familiar surgirán la desconfianza, los conflictos y, en casos extremos, la violencia verbal. Por estos motivos, es extremadamente importante dar el paso decisivo para pedir ayuda psicológica y que el enfermo inicie un programa de rehabilitación.

Maneras efectivas de ayudar

Ayudar a un ludópata es esencial para que pueda superar su problema con el juego y evitar sus consecuencias negativas a largo plazo. Al igual que sucede con el consumo de sustancias, superar una adicción al juego suele ser una tarea difícil que requiere una elevada motivación y mucha fuerza de voluntad y, por supuesto, el apoyo del entorno cercano.

Comprende el problema: La comprensión de su problema es un elemento clave ya que a las personas que no somos adictos a ninguna sustancia o conducta nos puede costar mucho entender cómo alguien puede engancharse tanto a algo. Si nos dejamos llevar por posibles reproches ó recriminaciones hacia la persona que padece ludopatía, nos será muy complicado poder ayudarle.

Pregunta sin juzgar: no todos los ludópatas tienen adicción de forma idéntica, por lo que deberemos aprender cómo vive la ludopatía la persona a la que queremos ayudar. También debemos saber qué pensamientos tiene el ludópata sobre su adicción.

¿Identifica el juego como patológico? ¿Se considera adicto al juego? ¿Es consciente de los problemas que le origina? ¿Quiere cambiar su situación personal y dejar de jugar?

Será muy diferente si queremos ayudar a alguien que identifica su relación con el juego como una adicción y que está convencido de que quiere superarlo, que si queremos ayudar a un ludópata que ni siquiera reconoce tener un problema.

Proporciona alternativas: cuando el ludópata está convencido de que quiere dejar de jugar para mejorar varios aspectos de su vida, es importante proporcionarle alternativas. Podemos buscar actividades que sean incompatibles con el juego como hacer ejercicio, leer, quedar con amigos o ir a pasear para que el ludópata consiga evitar el juego en las horas que solía jugar.

De esta manera también evitaremos situaciones peligrosas como por ejemplo lugares donde haya tragaperras o se sirva alcohol y empezaremos a crear hábitos más saludables con deporte, horarios más regulares, etc.

Ofrece todo tu apoyo: brinda tu ayuda, no seas muy duro, intenta empatizar con su sufrimiento y ayúdale a caminar hacia el cambio.

Finalmente, si consideras que alguien de tu entorno puede estar en esta situación puedes empezar por visitar la siguiente página web: http://www.jugadoresanonimos.org o https://www.jugarbien.es/contenido/problemas-con-el-juego.